Trampas chinas
¿Un consejero de Interior a quien se quiso involucrar no hace mucho en una trama de corrupción en Ciempozuelos, que contrata a un ex-policía y a dos ex-guardias civiles y les pone a investigar casos de corrupción que afectarían a oponentes políticos de distintos signo, entre ellos el caso en el que se le quiso involucrar a él mismo?
¿Un responsable de equipo de investigación irregular y ultrasecreto creado por un consejero de Interior de la Comunidad de Madrid y cuya existencia es barruntada por "fuentes del equipo de Gobierno" de Esperanza Aguirre (pero no por la propia Presidenta, ni por los altos cargos del PP), que le cuenta a El País sus funciones reconociendo precisamente aquello que niega su jefe máximo?
¿Una secretaria general del PP que, antes de que se investigue y se descubra algo sólido al respecto, ya adelanta que, en caso de confirmarse la información, la actuación de Granados sería calificable de muy grave?
Uhmm... ¡Qué extraño! Me recuerda a esos malos telefilmes sobre agencias ultrasecretas norteamericanas que son investigadas por otras agencias ultrasecretas sin que sepamos quién es quién y qué quiere cada cual. O a aquellas impagables películas chinas de trampas inverosímiles en que siempre había un chino viejecito que, al oir llamar a la puerta de su cubil, se apresuraba a esconder las evidencias de su reprobable actividad de espionaje y con voz senil se dirigía a abrir al grito de: ¡¿Quién llama puelta...?!
¿Un responsable de equipo de investigación irregular y ultrasecreto creado por un consejero de Interior de la Comunidad de Madrid y cuya existencia es barruntada por "fuentes del equipo de Gobierno" de Esperanza Aguirre (pero no por la propia Presidenta, ni por los altos cargos del PP), que le cuenta a El País sus funciones reconociendo precisamente aquello que niega su jefe máximo?
¿Una secretaria general del PP que, antes de que se investigue y se descubra algo sólido al respecto, ya adelanta que, en caso de confirmarse la información, la actuación de Granados sería calificable de muy grave?
Uhmm... ¡Qué extraño! Me recuerda a esos malos telefilmes sobre agencias ultrasecretas norteamericanas que son investigadas por otras agencias ultrasecretas sin que sepamos quién es quién y qué quiere cada cual. O a aquellas impagables películas chinas de trampas inverosímiles en que siempre había un chino viejecito que, al oir llamar a la puerta de su cubil, se apresuraba a esconder las evidencias de su reprobable actividad de espionaje y con voz senil se dirigía a abrir al grito de: ¡¿Quién llama puelta...?!
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Un saludo.