Indefensos

Esperanza Aguirre decide privatizar la sanidad pública, así que comienza por privatizar este servicio de aquí (el de laboratorio, por ejemplo) y luego, aquél de más allá. Mientras está privatizando todo esto, se le ocurre que podría hacer lo mismo con la enseñanza, de manera que empieza por desbaratar la infraestrutura y la superestructura de la enseñanza pública a base de quitarle descaradamente medios a la misma, para que su calidad baje ostensiblemente y así, después, la gente no se queje cuando se privatice.

Nada de todo esto estaba en los programas electorales del PP y no se trata de cosas pequeñas, baladís, que formen parte del conjunto de medidas que un Gobierno debe estar razonablemente autorizado a realizar, aunque no estuvieran dichas de antemano. Se trata de cosas que afectarán permanentemente a la ciudadanía durante el resto de su vida y que suponen en mi opinión un fraude descarado por cuanto se está dilapidando el patrimonio público, instalaciones e inversiones incluidas, para ir dando su gestión a manos privadas.

Y aparentemente no podemos hacer nada. Quizás una manifestación hoy o una sentada mañana. Pero Güemes no suele salir a hablar con quienes se sientan a su puerta, y de Esperanza, ni hablar: sólo acude a quienes la reclaman vestidas de chulapas y manolos, con una gran placa de agradecimiento a los héroes del 2 de mayo en sus manos.

Pero estamos obligados a hacer algo. Estamos obligados todos, los de izquierda y los de derecha, porque la mayoría de estos últimos tampoco tendrán dinero para pagar la sanidad privada que de verdad funcione, una vez que hayan desmantelado la pública. Ni podrán llevar a sus hijos a los colegios y universidades que de verdad eduquen a los futuros mimbres del poder del Estado.

Que haya algo de todos y para todos es un bien. Busquemos la manera de denunciar a quienes no quieren este bien, y hagámoslo de dos formas: manifestándonos para llamar la atención y concitar la unión de la ciudadanía; y buscando las bases jurídicas para plantear una denuncia que, aun cuando se perdiera, lograra poner en los términos correctos la cuestión: nos están robando, señor juez, queremos justicia.

Comentarios

Freia ha dicho que…
Digo yo que alguna rendija o grieta jurídica tiene que haber para poder empezar a actuar. Si recibe un patrimonio público con las transferencias, debería exigírsele que lo mantuviera público y, si es posible, acrecentado por una buena gestión administrativa pública. El uso de patrimonio público para enriquecimiento privado tiene que estar penalizado en algún sitio, digo yo.
Anónimo ha dicho que…
Apoyaré cualquier iniciativa que surja. Realmente hay qe intentar parar esto.
Saludos