¡La que nos va a caer encima...!

En pocas palabras, porque no seguí tanto el debate de investidura: Zapatero hizo un discurso desganado, como de quien no tiene la tensión necesaria para volcarse más. Rajoy dio la impresión de seguir teniendo cuentas pendientes, si bien ahora está dispuesto a saldarlas con otros modos. Duran i Lleida me dio la mejor impresión de todos (da la imagen ideal de un gobernante de derechas moderado y educado). A Llamazares, como era de esperar, no le vi, porque, como dice el amigo don Ricardo, está en una de las dos mitades en que se ha dividido el Grupo Mixto, pero en el Grupo Mixto al fin y al cabo, y eso tiene sus servidumbres (esto último lo digo yo).

Rajoy y Rodríguez Zapatero se han hecho los suficientes guiños como para darnos cuenta de que esta legislatura será radicalmente distinta. Lo será porque estará marcada por una crisis económica de las de no te menées, y lo será porque probablemente ambos se han dado cuenta de que la dinámica de la pasada legislatura ha llevado las cosas a un terreno en que ambos púgiles han quedado agotados y en una situación tal pocos días antes de las elecciones, que un acontecimiento sinificativo cualquiera hubiera podido dar al traste con las previsiones victoriosas de uno u otro. Nos espera una legislatura mucho más conservadora que la anterior.

Si realmente el PSOE se da cuenta de que la inversión pública es la única salvación de la economía de este país en tiempos de crisis, puede que la cosa no vaya tan mal. Si se aprovecha la inversión pública para favorecer ingente e ilegítimamente al sector privado, se reducirá drásticamente la eficacia de esa inversión. Y el favor no tiene por qué consistir en darles más dinero sino, por ejemplo, en abaratarles y facilitarles más aún la contratación basura.

Y la gente sin sindicatos, o como si no los hubiera, porque para lo que hay...

Comentarios

Freia ha dicho que…
De todas formas, la fuerza de los sindicatos radica en los trabajadores y por lo que yo he visto en los últimos años antes de dejar mi trabajo, las nuevas generaciones no parecían necesitar mucho de aquéllos. Pasaban olímpicamente de reuniones informativas, reparto de hojas y, no digamos ya, de asambleas porque si acudías a ellas, pensaban que el jefe te iba a poner en la lista negra y ya no ibas a ascender...
Por lo general están mentalizados de sus condiciones precarias de trabajo, pero como son licenciados piensan que se van a librar de la quema. Bueno, a lo mejor que el sector banca es muy especial.
¡Ya veremos qué pasa con ese anunciado nuevo pacto de Toledo!
Freia ha dicho que…
Antonio, no tengo ningún correo tuyo que funcione y me gustaría decirte algo. ¿Puedes mandarme un mensaje a
blogfreia@gmail.com ?

Un besazo