Poder mulato


He de reconocer que la única vez en mi vida en que, en contra de mis acendradas y discretas costumbres, volví sin querer la cabeza al pasar al lado de una mujer, fue mi primer día en La Habana, en el paseo marítimo de la ciudad. Se trataba no de una, sino de tres mulatas de físico absolutamente impresionante y, a mis treinta añitos, jamás había contemplado yo una belleza semejante (digámoslo de manera tan contenida). Con mucho menos conocimiento y criterio, tengo entendido que iguales alabanzas pueden hacerse del elemento masculino mulato.

Soy, por lo tanto, consciente del poder de atracción de esos cuerpos de otra galaxia que pueblan la isla. Ahora bien, de ahí a pensar que la plantilla casi al completo que Iglesia Católica, S.A. mantiene en Cuba fuese a sucumbir a los encantos de la población sexualmente activa, media un abismo.

Y sin embargo, ¿qué otra cosa puede sobreentenderse en esta llamada de atención que los obispos cubanos (los directivos de la sucursal, podríamos decir) han echado a sus subordinados?

Vivir para ver.

Comentarios

Blanca ha dicho que…
Y esos cuerpos no solo pasean por Cuba... cuando estuve en Brasil me quedé boquiabierta de lo que vi. ¿Qué comen y beben los habitantes de ciertos lugares para pasear semejantes palmitos? Lo mismo hombres que mujeres son de una belleza increible y aparejan la alegría de vivir... algo que suele faltar en nuestro entorno más cercano.

Así... qué humano se puede resistir a semejantes encantos, por mucha sotana que lleven algunos.
Blanca ha dicho que…
Y se me olvidó añadir algo: las mayores bellezas son producto del mestizaje... intrínsecamente bello de por si.
Anónimo ha dicho que…
Más de una vez, cruzándome con algún mulato de estos impresionantes, me he preguntado mirandome mi barriga y recordando mi calvicie: "¿Y de verdad alguna chica me preferiría a mi por ser más blanco? Amos anda..."
J. G Centeno ha dicho que…
Mantener el celibato tiene que ser jodido, no cometer actos "impuros" más que jodido, y no tener pensamientos "libidinosos" directamente imposible. Ahora se explica uno el auge de la "santeria". Que gusto de mulatería. Así se explican bien las leyes de Mendel y no con lo del guisante liso y el guisante rugoso.