Arrepentimientos de Año Nuevo

Bueno, ya está. A sólo seis minutos de finalizar Las Fiestas, se me queda una sensación como de vacío, de reto superado que ha requerido de toda mi fuerza y capacidad de concentración. No es que hayamos pretendido ser todos más felices, porque, al menos en los varios ambientes en los que me muevo, casi nadie pretende tal cosa; pero ciertamente sí que hay uno o dos colgajos que aún quedan de la época de las-navidades-son-un-periodo-de-paz-y-amor: la costumbre de las múltiples cenas y comidas con los compañeros de ésto y de aquéllo.

En esas ocasiones descubre uno que la cena o comida, que precisamente se organiza para disfrutar de un buen rato más intenso con quienes se supone que ya te lo pasas moderadamente bien, o al menos compartes cosas importantes el resto del año, resulta que esas cenas o comidas acaban siendo mucho más de trámite. Es lógico: uno se lo pasa bien ocasionalmente con esa gente, porque no hay presión para ello, sale de natural. Y sale cuando sale, no hay obligación de pasárselo bien siempre (cosa imposible, ni siquiera con la señora de uno). La cena convierte esa naturalidad en ocasión solemne que lo estropea todo.

En esa tesitura, concentrarse en los acontecimientos políticos o vitales se hace bastante cuesta arriba. Lee uno una noticia, se le ilumina la bombillita y, cuando vas todo afanoso a verter el comentario lúcido que se te acaba de ocurrir, viene la llamada de felicitación, te corta el rollo y se acabó. Esto nos pasa especialmente a los que tendemos a la memoria de pez (= 1 segundo).

En fin, que estoy agotado. Es en estos momentos cuando me sale la vena faltona y nada objetiva. Pido disculpas por ello a recientes objetos de ese malestar, como puede ser Don Berlin Smith (a quien seguramente no le importará un carajo ni la vena faltona ni estas disculpas, pero bueno, no importa, vayan por delante). También quisiera pedir disculpas a Rossina, que parece que la odio y no es verdad, lo que pasa es que identifico a Rigoletto con mi gato Trotski, y a ella con mi gata Tequila, y me da pena de Trotski siendo consciente de que perdió su trono el día que trajimos a casa a la gata.

Y puestos a sacar la vena arrepentida, también pido disculpas a Dios (a cualquier dios), si existe, por no importarme un carajo ni siquiera en el supuesto de que exista. Con lo mucho que al parecer ha hecho para que yo creyese, que hasta creo que sangraba o algo así...

¡Ah, sí! Y a los señores y señoras muy de derechas, muy de derechas (tipo Zaplana o Acebes), por aprovecharme en mis (pocos) comentarios irónicos de las facilidades que dan para el sarcasmo. No está bien, y además está el agravante de que mi abuelita me lo avisaba: "Toñín, no te rías de los señores como Zaplana o Acebes..."

Y bien... ¡ya está! Van a tener razón los curas, que te quedas como más descansado después de explayarte. ¿Será para ésto para lo que sirve una bitácora?

Comentarios

RGAlmazán ha dicho que…
No se preocupe por ese estado de ánimo. Todos --los más mayores, como yo, más-- tenemos un pasado educado forzosamente en la religión católica.
Acuérdese Ud. de lo de: arrepentimiento, propósito de enmienda, acto de contricción y penitencia (joder, esto parece el Ripalda).
En fin, no se mortifique que todos queremos empezar siendo buenos a principios de año. Ud. que tiene buenos deseos, ojalá lo consiga.
Aunque me temo que la realidad le vuelva a poner los pies en el suelo y será difícil que perdone a personajillos políticos(como los zaplacebes), aunque le sirvan para fabricar, con razón, comentarios irónicos, con mofa, befa y escarnio.

Nos vemos el 13.


Salud y república.
AF ha dicho que…
Sus palabras son un bálsamo para mi corazón dolorido. Lo malo es que de los cuatro pilares de la buena relación con Dios que usted me indica, sólo cumplo con el arrepentimiento y la contrición, porque la verdad es que (salvo en el caso de Don Berlin Smith) no creo que me enmiende y mucho menos aún que haga penitencia.

Le deseo los mismos bienes que usted a mí. Y, por cierto, no se preocupe que, si no he leído mal su edad, sólo nos llevamos seis años. Mal de muchos...
Anónimo ha dicho que…
mmmm, solo quería hacer un comentario sobre el doble juego que me da el destrone de trosqui en su casa y en el mundo, pero viendo este juego de ánimos entre rgalmazán y usted, prefiero soltar mis más sentidos respetoa a ambos dos y un cariñoso abrazo de alguien que no ha sido educada en el cristianismo, por suerte para mi.
AF ha dicho que…
No se apresure tanto en felicitarse, Ainhat. Al no haber sido educada en la religión cristiana, le aseguro a usted que se pierde la riquísima sensación morbosa de lo pecaminoso.

"Todo sabe mejor si es pecado" sería un magnífico lema publicitario que ofrezco gratuitamente a la iglesia católica como genuina representante de la religión del mismo nombre.