Feliz año

Debido a la tradicional fiesta de fin de año, y sobre todo debido al lugar y a las personas con las que la pasaré, no me será posible ni deseable publicar ningun nuevo comentario, ni siquiera leer los que se produzcan en mis otros moderadamente amados blogs, antes del 31 de diciembre y hasta bien pasado el 2 de enero.

Es, pues, el último momento que atesoro antes de la hora más definitiva de cada año. No quiero privarme, por tanto, de desearles a ustedes (no a todos, claro, a Fraga, Gallardón y Esperanza Aguirre, no) un feliz año 2007.

Y les premio con una aproximación (¡maldita sea, no encuentro el libro!) a una cita que leí en "Memorias de Adriano", en la que Marguerite Yourcenar recoge un aforismo muy apropiado para los tiempos que corren. Viene a decir, refiriéndose a los últimos años del emperador: "Maravilloso momento en que los dioses habían muerto y Dios aún no había nacido".

Ojalá el nuevo año y los que vengan después nos deparen menos religión, menos chorizos, menos derecha y más vida tranquila.

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