¡Air Madrid, que te quedas sin gente!


Renuncio a comentar nada sobre la sentencia del tribunal israelí autorizando "en algunos casos" el asesinato selectivo por parte de sus fuerzas militares y de seguridad. Renuncio también a explayarme sobre el pequeño pijofascista Augusto Pinochet Molina. Incluso me arriesgo a no hacer comentario alguno sobre la huelga de la Sanidad en Madrid, en la que participa mi señora (¡saludos, Blanca, que haya ido bien!).

Renuncio a todo eso porque se trata en los tres casos de situaciones y eventos tan desmesurados, que superan mi capacidad de insulto. Y cuando se llega a despreciar al enemigo como yo desprecio a esos jueces israelíes, al pijofascista o a quienes van socavando la capacidad y eficacia del servicio público de salud, lo único que de verdad tiene sentido (descartado el tiro en la nuca, que me apetecería mucho dar, pero me contengo porque no tengo pistola y porque al final siempre acabo pensando en el qué dirán) es el insulto. Y dada la cortedad de la gama de insultos novedosos que se me ocurren, para acabar llamando "cabrón" a uno o a otro, pues me lo ahorro, y ya está.

Pero lo que no renuncio a comentar es lo de Air Madrid.

Me parece un auténtico modelo de lo que supone en la práctica la privatización como filosofía. Le venden a uno constantemente la moto de que los servicios públicos son siempre de peor calidad que los que prestan las empresas privadas, y te hacen un panegírico de la devoción al trabajo que estas últimas inculcan en sus empleados, pero luego resulta que casi no existen esos empleados. Como los gastos de personal, especialmente el cualificado, son los más difíciles de tragar, pues a ahorrárselos toca.

Y ahí les tienes ahora queriendo evitar la suspensión de la licencia a base de decir que van a contratar personal directivo y de atención al cliente. O sea, que no lo tenían. ¿No tenían un gerente responsable, un director de calidad o un director de tráfico? Pues ¿qué personal tenían? Seguro que tendrían contratado algún que otro piloto y un call center para atender las llamadas de queja de sus clientes.

Lo cual me lleva a las compañías de telefonía e internet. A ver cuándo el Gobierno se da cuenta de que lo que hacen todas ellas (Telefónica, menos, pero no mucho menos) es básicamente lo mismo que Air Madrid y les amenaza con suspender sus licencias.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues totalmente de acuerdo con usted en lo que las privatizaciones traen en nombre de la sacrosanta libertad de mercado.

recuerdo un caso en argentina donde una azafata murió porque se abrió la puerta del avión en pleno vuelo. Como lo oye. Como privatizaron el mantenimiento y las revisiones...
AF ha dicho que…
Y eso que ahí, por lo menos, había azafata (¡la pobre!), que éstos de Air Madrid paracen dispuestos a prescindir de tan superflo personal.